Las familias consumen más de 550 millones de kilos de RAEE, y si esa cantidad no se recicla adecuadamente, el número de residuos y productos contaminantes, como el fósforo, mercurio, cadmio o bromo, que quedan sin tratar es muy elevada, al igual que los riesgos que tiene para la salud. La reutilización de estos productos parece ser la solución perfecta.
Los RAEE son residuos de Aparatos eléctricos y electrónicos. Suelen ser aquellos que necesitan para funcionar corriente eléctrica o campos electromagnéticos, destinados a ser utilizados con una tensión nominal no superior a 1.000 V en corriente alterna y 1.500V en corriente continua, y los aparatos necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos.
Estos productos contienen elementos peligrosos tanto para las personas como para el medio ambiente y el entorno. Muchos de los residuos que se generan van a parar a vertederos e incineradoras, cuyo final no es el más acertado. Los residuos que no se tratan como corresponde, producen contaminación del aire, del agua, y del suelo, penetran en las capas terrestres y acaban en ríos y mares.
Además de suponer grandes riesgos para el entorno y la salud, las sanciones por abandonar electrodomésticos en las vías públicas de hasta 1.750.000€.
Debemos asegurarnos que su destino final sean centros autorizados de tratamiento como Grupo Braceli, donde se les proporciona la gestión adecuada y más respetuosa con el medio ambiente.
Las ventajas de reciclar debidamente este tipo de residuos es que se les proporciona una segunda vida a los materiales y se fomenta la economía circular.
El reciclar estos residuos también supone una menor extracción de los recursos naturales lo cual conlleva un ahorro de energía, se evita la exposición a gases fluorados, que son los causantes del efecto invernadero, así como el reciclaje de materiales que sirve para la fabricación de nuevos productos.
Grupo Braceli, será de los próximos centros autorizados para el tratamiento de la reutilización de RAEE. En la actualidad, estamos autorizados para su tratamiento y gestión.
Por medio de la reutilización de estos productos, surge nuestra labor de RSC, ya que los productos recuperados se cederán a personas en riesgo de exclusión social de la mano de Cruz Roja.