El reciclaje es un acto en beneficio de la naturaleza que nos rodea, que comienza por uno mismo. Sin necesidad de salir a la calle, debemos concienciarnos que para crear un entorno más agradable en el que vivir podemos empezar con buenas prácticas en nuestro propio hogar. Reciclar en casa es una práctica que, por fortuna, cada día gana más adeptos. Nos preocupamos por conseguir un medio ambiente más sostenible que legar a generaciones venideras.
El reciclaje de ciertos productos, limitar la emisión de gases y el ahorro de energía se convierten en buenas prácticas que podemos hacer dentro de las cuatro paredes donde vivimos. Una buena idea es separar la basura que generamos a diario. De media, cada persona genera un kilo de basura al día. La reutilización de aquello que se pueda aprovechar no es un asunto baladí, pero hay que concienciarse entre todos de su importancia.
Reciclamos si separamos los materiales que se pueden regenerar y los depositamos en diferentes contenedores. Podemos destinar uno para el papel y cartón, otro para los envases de plástico y otro para los restos de vidrio. Para no confundirnos, delimitaremos los contenedores de residuos por colores: azul para papeles y cartones, rojo para basura orgánica, amarillo para los envases y verde para el cristal. La tarea de tirar la basura será más sencilla así.
Luego una empresa externa se puede encargar de su tratamiento. O ser nosotros mismos quienes llevemos los desechos a los puntos de reciclaje o a los contenedores de gran capacidad que tenemos en la calle cerca de nuestras casas, que también están clasificados por colores. Es muy importante verter los distintos materiales en los contenedores que corresponden, ya que si lo dejamos fuera el personal de recogida lo destinará todo a desecho orgánico.
Los residuos orgánicos se pueden transformar en compost que podremos emplear para abonar las plantas
Y es que para reciclar, resulta clave cambiar nuestros hábitos. Cada vez que vayamos a tirar algo a la basura, deberemos verificar si ese residuo se puede reutilizar. Si es así, tenemos que separarlo de los desechos comunes. Por ejemplo, los residuos orgánicos se pueden transformar en compost que podemos emplear para abonar las plantas. Asimismo, las botellas de vidrio que contienen líquidos, una vez se vacían, también pueden volverse a utilizar.
Disminuir el gasto de energía comporta muchos beneficios, ahorra dinero y protege el medio ambiente
Limitar la emisión gases en casa también deviene tarea fundamental. Vienen producidos por los aparatos de aire acondicionado o los aerosoles que usamos para evitar los malos olores en nuestro cuerpo, para matar insectos y limpiar nuestra casa. Si se limitan, todos saldremos ganando.
¿Cómo podemos ahorrar energía en casa?
Hay muchas formas de contribuir a la reducción de la electricidad, el gas o el agua en el hogar, lo que además redundará en un ahorro de los recibos. Los consejos son numerosos y variados: cerrar las ventanas mientras esté puesta la calefacción, llevar ropa cálida, elegir productos con envases que pesen poco, apagar las luces y los enchufes cuando no se utilicen, utilizar bombillas de bajo gasto energético, reutilizar las bolsas de plástico, usar el microondas en lugar del horno para calentar la comida, utilizar pilas recargables en lugar de desechables…
Disminuir el gasto de energía comporta muchos beneficios, ahorra dinero y protege el medio ambiente, sobre todo.
Reciclar en casa se convierte en una de las mejores prácticas que todos los ciudadanos podemos llevar a cabo para mejorar el entorno en el que vivimos. Cuantos más objetos reutilicemos, menos basura produciremos y menos recursos agotables gastaremos. Una empresa que tiene como uno de sus principales objetivos ser responsable con el medio ambiente cuando recicla es Grupo Braceli. Se trata de un centro autorizado de tratamiento medioambiental y descontaminación de vehículos que ofrece unos servicios de total garantía a sus clientes.