El aumento del uso de teléfonos móviles, ordenadores y otros equipos electrónicos ha crecido sin control en las últimas décadas y tiene dos grandes efectos ecológicos. En primer lugar, incrementa significativamente la actividad minera para obtener los materiales necesarios para elaborar los equipos y, en segundo lugar, produce una gran cantidad de desechos electrónicos.
Estos desechos siempre se han producido pero la velocidad y cantidad que descartamos hoy en día es mucho mayor que en épocas anteriores. En la época de nuestros padres y abuelos un televisor permanecía en el mismo hogar por más de una década, mientras que hoy en día hay pocos electrónicos que permanezcan en las manos del mismo consumidor por más de un par de años. De hecho, en industrias como la de los teléfonos móviles, las empresas impulsan constantemente a sus clientes a comprar la última versión posible y descartar equipos en buen estado que simplemente han pasado de moda.
Pero para entender la magnitud del problema debemos primero entender exactamente qué es un RAEE (Residuo de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).
Los RAEE son mucho más que teléfonos y ordenadores viejos.
Los RAEE podrían definirse de modo simplista como cualquier producto que se deseche que todavía funcione y tenga un enchufe o una batería, desde electrodomésticos y herramientas eléctricas hasta cámaras y cepillos de dientes eléctricos. Esto también incluye equipos generadores de electricidad como los paneles solares. En promedio una familia tiene 80 de estos equipos en casa y la mayoría no están siendo tratados como deberían.
¿Cuál es el problema?
Que a diferencia de los desechos plásticos, orgánicos, entre otros, los desechos electrónicos no están siendo reciclados simplemente porque a mucha gente no se le ocurre descartarlos. Piensa en cuántos móviles viejos, cámaras o incluso portátiles podemos tener almacenados en nuestra casa, previniendo que los recursos que los componen entren de nuevo al ciclo económico. Más aún, piensa cuántos, al ser finalmente descartados, no son tratados correctamente. Esto se puede traducir en contaminación del aire, el suelo, el agua, entre otros.
Una solución beneficiosa para todas las partes
Reciclar los equipos eléctricos y electrónicos llevándolos a un Gestor Autorizado, como Grupo Braceli, no solo evita la contaminación que ellos directamente producen sino también, mediante la recuperación de los materiales, contribuye a un ciclo económico mucho más solidario con nuestro planeta. La “Minería Urbana” es un término que se maneja desde hace tiempo ya que, por ejemplo, en una mina puedes extraer 5 o 6 gramos de oro por cada tonelada de material excavado, mientras que en una tonelada de teléfonos móviles hay en promedio unos 350 gramos de oro; 80 veces más. Piensa en los costes que esta minería urbana puede reducir, tanto para la economía de las empresas como para el ambiente.
Entérate mejor sobre los RAEE, tu deber medioambiental y las regulaciones legales en Gestión de RAEE.