Los términos demolición y derribo pueden ser confundidos con facilidad aunque se trate de dos procesos diferentes. De hecho, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española «demoler» y «derribar» son sinónimos porque en términos generales significan deshacer o arruinar. Sin embargo existen diferencias que te explicaremos a continuación.
¿Qué es un derribo?
Es el proceso de acabar con una estructura. Es la acción opuesta a construir, por lo que implica simplemente echar a tierra un edificio o cualquier otra clase de estructura, mediante medios manuales o mecánicos.
Hay distintas formas de derribar edificios y estructuras, que pueden involucrar el uso de maquinaria pesada o explosivos para completar la labor de destrucción.
¿Qué es una demolición?
La demolición va un paso más allá e implica deshacer algo que ya ha sido derribado. Es decir, una vez que se ha derribado cualquier estructura, los restos siguen necesitando ser manipulados y retirados con seguridad. Por ello, la demolición implica romper, fragmentar y gestionar los elementos derribados.
En resumen, ambos conceptos se refieren a dos fases distintas del mismo trabajo, aunque no siempre deban estar presente ambas. Son acciones complementarias pero no equivalentes ni interdependientes. Por ejemplo, se pueden demoler elementos estructurales y maquinarias industriales que se encuentren al final de su vida útil.
Además, la acción de demoler ofrece la posibilidad de reciclar los materiales de una estructura que sean aprovechables, por lo que es un proceso amigable con el medio ambiente. Los metales que componen cualquier clase de estructura, por ejemplo, pueden ser reciclados indefinidamente sin que pierdan ninguna de sus propiedades, y su adecuada gestión reduce exponencialmente el coste ambiental de producir material a través de la minería, tal como hemos explicado en publicaciones anteriores.
En Grupo Braceli te ofrecemos ayuda para cualquier tipo de demolición y además nos encargamos de gestionar de forma asegurada y certificada los residuos.