El Black Friday, traducido literalmente en “viernes negro”, se llama así, ya que es un día en el que los comerciantes pueden cambiar sus cuentas de números rojos a negros gracias a las altas ganancias de la jornada. Sin embargo, para el medio ambiente también es un “viernes negro” debido al aumento del consumo.
En 2023, el Black Friday mantiene su crecimiento en España, con una previsión de que los consumidores españoles aumenten su gasto promedio en un 35%, alcanzando los 284 euros de ticket medio por persona. Este aumento en el consumo, si bien puede ser beneficioso desde una perspectiva económica, conlleva importantes repercusiones ambientales y consecuencias negativas para el planeta:
Huella de carbono
En efecto, El Black Friday 2023 ha exacerbado el problema de la huella de carbono asociada con el aumento del comercio electrónico. Durante este evento, se intensifican notablemente los desplazamientos de los camiones de reparto, en respuesta al incremento significativo de las compras online. Estas compras tienen una huella de carbono considerablemente mayor en comparación con las compras en tiendas físicas (situándose en torno al 7%), debido a la logística de entrega y el transporte involucrado.
Factores involucrados en el incremento de la huella de carbono durante el Black Friday
- Aumento del tráfico de vehículos: el incremento en las compras online durante el Black Friday conlleva un aumento en la circulación de vehículos de reparto, contribuyendo significativamente a la huella de carbono debido al transporte de producto.
- Emisiones por “Última Milla”: una gran parte de la huella de carbono en el comercio electrónico proviene de la llamada “última milla”, que es la distancia entre el centro logístico y el destino final del producto.
- Devoluciones de productos: las devoluciones de las compras online, comunes durante el Black Friday, aumentan aún más la huella de carbono debido al transporte adicional y al procesamiento de estas devoluciones.
- Impacto ambiental de los productos: además de las emisiones relacionadas con el transporte, también hay que considerar la huella de carbono asociada a la fabricación de los productos vendidos durante este evento.
Así pues, la huella de carbono de los productos adquiridos es un factor crucial. Por ejemplo, la producción y el transporte de una simple camiseta pueden resultar en la emisión de hasta 2,5 kg de CO₂, lo que resalta la importancia de considerar las implicaciones medioambientales de nuestros patrones de consumo.
¿Cómo se calcula la huella de carbono?
La huella de carbono se calcula midiendo la cantidad total de gases de efecto invernadero, expresados en equivalente de dióxido de carbono (CO2e o CO2eq), que son emitidos directa o indirectamente por una persona, organización, evento o producto. Este cálculo se realiza de la siguiente manera:
- Identificación de actividades y consumo: se identifican las actividades o los procesos que generan emisiones de gases de efecto invernadero. Esto puede incluir el uso de combustibles fósiles, la generación de electricidad, procesos industriales, transporte, entre otros.
- Datos de consumo: se recopilan datos sobre el consumo de estos recursos, como la cantidad de combustible utilizado o la electricidad consumida.
- Factores de emisión: se utiliza un factor de emisión específico para cada tipo de combustible o actividad. Este factor de emisión es una medida estándar que indica cuántos kilogramos de CO2e se emiten por unidad de consumo o actividad.
- Multiplicación y suma: se multiplica el consumo por el factor de emisión correspondiente para obtener las emisiones totales de CO2e de cada actividad. Luego, se suman todas las emisiones para obtener la huella de carbono total.
Diversas herramientas y calculadoras en línea están disponibles para facilitar este cálculo, adaptándose a diferentes necesidades y contextos, como individuos, empresas u organizaciones.
Basura electrónica o generación masiva de RAEE
La generación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) se ha convertido en un problema ambiental significativo magnificado por eventos como el Black Friday. Los aparatos electrónicos, que a menudo tienen una vida útil corta debido a las tendencias de consumo y la rápida obsolescencia, son una fuente importante de contaminación. Estos dispositivos contienen tanto metales preciosos como metales pesados, que, si no se manejan adecuadamente, pueden contaminar el agua, el suelo y el aire.
Por tanto, la gestión adecuada de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) es fundamental no solo para prevenir la contaminación, sino también para la recuperación y reutilización de materiales valiosos. Esto minimiza la necesidad de extraer nuevos recursos, contribuyendo a un modelo de economía circular. Además, fomentar la conciencia sobre un consumo más responsable y la selección de productos con una vida útil más prolongada puede desempeñar un papel relevante en la reducción del impacto ambiental asociado a la basura electrónica.
¿Qué podemos hacer?
En pocas palabras, tratar de compensar y tratar de reducir el daño de este día. Podemos compensar sumándonos a otras iniciativas como el Día sin compras o Giving Tuesday, que están enfocadas a reducir el consumo y a dar una nueva vida a los productos respectivamente.
Y si decidimos formar parte del Black Friday, siempre podemos colaborar con el medioambiente mediante las siguientes acciones:
- Pensar antes de hacer la compra: ¿Realmente necesitamos ese producto o lo estamos comprando impulsivamente por las rebajas?
- Planificar la compra para que tenga un menor impacto: Si vas a comprar en línea, trata de agrupar varios artículos que necesites para que no se realicen múltiples envíos de paquetes pequeños. Además, puedes apostar por productores locales que tengan prácticas sostenibles.
- Donar o reciclar los productos que reemplacemos: Dar una segunda vida a los productos es tan importante como reciclarlos al final de su vida útil.
Si durante este Black Friday decides reemplazar cualquier Aparato Eléctrico o Electrónico, recuerda que tanto los vendedores de estos aparatos como los consumidores tienen obligaciones legales respecto a la gestión de los residuos producidos. Además, si traes tus electrodomésticos y aparatos electrónicos fuera de uso a gestores autorizados como Grupo Braceli puedes recibir una compensación económica por ellos.
